
Una buena voluntad que se contagia, Jorge Masvidal, Ariel Gandulla, Joy Hernández, Jessie Cruz y Eric Castaño. Por Iliana Lavastida RodríguezDiario Las Américas
La filosofía, como ciencia del conocimiento, sugiere sentencias teóricas que en lo cotidiano de la vida ejecutamos porque la lógica del pensamiento nos conduce hacia ellas. “Mente sana en cuerpo sano” enunció el filósofo griego Platón en el 428 antes de la era cristiana y este ha sido precisamente el principio seguido por Eric Castaño, quien a la edad de 38 años ostenta el título de Campeón del Mundo en los deportes de combate conocidos como Kickboxing, Full Contact y Muay Thai.
¿Por qué el deporte? Eric nunca se dejó abatir por las penurias que le tocó padecer durante la infancia y una parte de la juventud en su Cuba natal y por consejo de su padre, según recuerda, a través de la práctica permanente del deporte logró forjarse la voluntad que le permitían mantenerse estudiando en la Universidad para recibirse de la Licenciatura en Cultura Física y viajar kilómetros en una bicicleta para trasladarse desde su casa hasta el centro de entrenamiento.
Después de haberse coronado Campeón Panamericano de Karate, en los juegos de La Habana, en 1991, comenzaba a notar como las autoridades del deporte oficialista tomaban ventajas de su empeño y de los premios que obtenía en competencias internacionales. Se sentía utilizado y en 1993 tomó la decisión de quedarse en Chile.
Radicado allí, alcanzó el título de campeón nacional y suramericano, y en 1997 se coronó titular del mundo en la disciplina de Kickboxing.
¿Qué ocurrió después que pudiste disfrutar tus triunfos?
“Una vez convertido a deportista profesional, comencé a emplear los beneficios de mi situación económica para establecer escuelas en los barrios pobres de Chile, donde comúnmente abundan niños y jóvenes con aptitudes innatas de atletas, que la mayoría de las veces se frustran por la falta de recursos. Esto siempre fue un sueño ...
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